En un mundo atestado de ideas, desafíos
y con un ritmo de vida cada vez más vertiginoso, es importante administrar de
forma eficiente el tiempo y los recursos disponibles, teniendo en mente un
objetivo claro sobre lo que se pretende alcanzar.
Hoy día la toma de decisiones está llena
de adversidades e inundado con una gran cantidad de información y datos que
hace cada vez más difícil tomar una decisión acertada, sin embargo, existen
herramientas y metodologías que facilitan la planificación de acciones a tomar
para poder alcanzar un objetivo específico y así, evitar o tratar de anticipar
todos aquellos factores que puedan ocasionar un retraso o desvió de una ruta de
acción.
El alumno de educación virtual puede
llegar a tener la mala percepción de que este tipo de ambientes puede ser
relativamente fáciles o que no requieren mayor esfuerzo, pero cuando empieza a
involucrarse con el mismo, se da cuenta que exigirá de si mismo una mayor
fuerza de voluntad para llevar a cabo las actividades asignadas.
Cabe destacar que el primer paso a tomar
en cada individuo estará dado por la motivación o necesidad que lo lleve a
realizar una actividad específica, sin dejar a un lado los factores sociales,
familiares, culturales, el razonamiento moral, e incluso autorreflexivos que lo
muevan a llevar a cabo un emprendimiento de cualquier naturaleza.
Esta propuesta tiene la finalidad de
mostrar una ruta de acción a seguir por parte del alumno de ambientes
virtuales, que le enseñe o que reafirme sus capacidades de aprendizaje,
utilizando la autorreflexión como un análisis crítico sobre sí mismo.
La constancia y la perseverancia en el proceso
de autorregulación en los alumnos garantizará en ellos no solo el éxito
académico sino también construye en ellos la formación de un carácter que
permite alcanzar el ideal de alumno competente y autónomo.
